Éste tipo de evaluación se da principalmente por medio de conductas observables, y representa una opción eficaz en el caso de la educación a distancia, su mayor ventaja es la flexibilidad, sin embargo hay que aclarar que el proceso de acreditación y certificación es muy importante en esta modalidad educativa, además de la prevención sobre la deshonestidad académica, lo anterior deja de lado las especulaciones sobre la facilidad de obtener un grado por éste medio, comúnmente nombrada pseudo-educación. Algunas ofertas educativas a distancia son pobres en la calidad que ofrecen, por ende en su legitimidad y credibilidad.
Las instituciones procuran atraer a alumnos competentes, y por medio de su sistema de evaluación promover una confianza en los empleadores sustentada en el mismo; debido al escepticismo que se da, es necesaria una comparación entre la educación a distancia y la presencial. Valenzuela (citado en Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. 2007).
Para evaluar con apoyo de recursos tecnológicos comúnmente se requiere de algunos elementos como lo son: conexión a internet (de preferencia con algunas especificaciones, como el procesador, la tarjeta de video, la capacidad de la memoria RAM, y el procesador), el uso de alguna plataforma, donde se realizan participaciones constantes en un foro (para promover la interacción y el trabajo colaborativo).
Lo que se busca es vincular las prácticas comunes para evaluar el aprendizaje, y el uso de recursos tecnológicos en ambientes de educación a distancia; el problema principal radica en que “Confiamos demasiado en los sistemas, pero poco en los hombres” como lo comenta Valenzuela a Disraeli (citado en Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. 2007). Con lo anterior queremos decir, que tanto profesores como alumnos necesitan de éstos recursos para poderse comunicar, pero ¿Qué o quién garantiza que la persona que esta del otro lado es quién dice ser? Por eso algunos prefieren el sistema presencial (cara a cara).
Para ir desarrollando el punto anterior se propone analizar virtudes y dificultades de las distintas prácticas de evaluación en la educación a distancia apoyada en recursos tecnológicos, sin dejar de lado que el aprendizaje centrado en el alumno debe facilitar éstos procesos de acuerdo a sus necesidades.
La siguiente tabla aborda las siete prácticas de la evaluación del aprendizaje en la educación a distancia:
Las instituciones procuran atraer a alumnos competentes, y por medio de su sistema de evaluación promover una confianza en los empleadores sustentada en el mismo; debido al escepticismo que se da, es necesaria una comparación entre la educación a distancia y la presencial. Valenzuela (citado en Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. 2007).
Para evaluar con apoyo de recursos tecnológicos comúnmente se requiere de algunos elementos como lo son: conexión a internet (de preferencia con algunas especificaciones, como el procesador, la tarjeta de video, la capacidad de la memoria RAM, y el procesador), el uso de alguna plataforma, donde se realizan participaciones constantes en un foro (para promover la interacción y el trabajo colaborativo).
Lo que se busca es vincular las prácticas comunes para evaluar el aprendizaje, y el uso de recursos tecnológicos en ambientes de educación a distancia; el problema principal radica en que “Confiamos demasiado en los sistemas, pero poco en los hombres” como lo comenta Valenzuela a Disraeli (citado en Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. 2007). Con lo anterior queremos decir, que tanto profesores como alumnos necesitan de éstos recursos para poderse comunicar, pero ¿Qué o quién garantiza que la persona que esta del otro lado es quién dice ser? Por eso algunos prefieren el sistema presencial (cara a cara).
Para ir desarrollando el punto anterior se propone analizar virtudes y dificultades de las distintas prácticas de evaluación en la educación a distancia apoyada en recursos tecnológicos, sin dejar de lado que el aprendizaje centrado en el alumno debe facilitar éstos procesos de acuerdo a sus necesidades.
La siguiente tabla aborda las siete prácticas de la evaluación del aprendizaje en la educación a distancia:
Dentro del texto se comenta que el alumno aprende más y mejor mientras lo hace, sería algo similar a el lema del pragmatismos Learning by doing, pero con otro enfoque, buscando sea lo más significativo posible, la imagen que se muestra abajo hace alusión a la creatividad del trabajo colaborativo de un equipo para explicar un tema de Hermenéutica de la imagen por ejemplo.
En el siguiente concentrado podemos observar el análisis de cada una de las siete prácticas de la evaluación del aprendizaje:
Referencia Valenzuela González, J.R. (2007) Evaluación del aprendizaje: prácticas y usos de los recursos tecnológicos. En Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. (Comp.) Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. (pp.377- 421). Distrito Federal, México: Limusa
